Hacer las cosas bien es mi objetivo siempre: Manuel Bernal Jiménez

Encargado de la Planta de Tratamiento, Manuel Bernal pone su mayor esfuerzo para el adecuado funcionamiento de Ciudad Administrativa

*El agua –una vez procesada– se utiliza en el riego de los jardines y lavado de banquetas del complejo Benemérito de las Américas

Al marcar el reloj las 8 de la mañana, Manuel Bernal Jiménez cruza la plaza principal de Ciudad Administrativa con dirección a la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales, espacio donde desde 11 años cumple con sus actividades laborales.

Desde que inicia sus funciones, Manuel siempre tiene en mente desempeñar su trabajo de la mejor manera posible. “Hacer las cosas bien es mi objetivo siempre”.

Su semblante refleja su experiencia en el manejo de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales, donde se encarga de coordinar los procedimientos para la reutilización del agua que una vez procesada, se utiliza en el riego de los jardines y lavado de banquetas del complejo Benemérito de las Américas.

La labor de Bernal Jiménez y sus colegas es de gran relevancia para las instalaciones del espacio administrativo. “Es imprescindible que el agua se trate. Si un día se deja de hacer, se empezaría a acumular y prácticamente paralizaría toda Ciudad Administrativa, por eso es muy importante para nosotros estar al cien cada día”, enfatizó.

Consciente de la responsabilidad que implica el funcionamiento de la planta los 365 días del año, Manuel siempre se mantiene alegre y positivo para contagiar a quienes laboran en su área de buena vibra, a fin de “trabajar en armonía”.

El tratamiento de las aguas negras provenientes de todo el complejo –relata– se concentran en un reactor principal. Aquí se encuentran lodos activos que se encargan de acaparar y consumir los residuos que posteriormente serán introducidos en tanques secundarios para su sedimentación.

En equipo con el resto de sus compañeros, Manuel explica los posteriores procesos como son la aplicación de hipoclorito de sodio, filtrado y almacenamiento.

Manuel lleva un control diario del agua resultante y sus componentes químicos con el propósito que se encuentre adecuadamente y no cause daños al ambiente.

Al recorrer los estanques de la planta de tratamiento, reconoce que cualquier planta de tratamiento conlleva un riesgo. “La responsabilidad es mucha, pero tengo la satisfacción de que en todos estos años, siempre hemos dado buenos resultados”.

Manuel asegura que la filosofía que lo ha acompañado en su vida se centra en llevar en paz la labor que realiza “estar en armonía en mi trabajo y en mi casa”.

Al finalizar la jornada como servidor público, Manuel regresa a casa para disfrutar momentos familiares junto con su esposa y sus hijas Paula y Alejandra, así como jugar, cuidar, entrenar y pasear a sus mascotas. “Me gustan los perros desde niño, yo creo es algo que me distingue y definitivamente disfruto tenerlos cerca”, expresó.

“Pasar tiempo con mi familia me apasiona, gozo cada instante que paso con mis hijas. Son mis maestras y mi compañía favorita”, finaliza con una sonrisa en el rostro.