DERECHOS AGRARIOS DE MUJERES PARA CATALIZAR SU EMPODERAMIENTO
- Necesario que las titulares de derechos agrarios los transfieran a otras de su mismo género.
- En Oaxaca, sólo 2 de cada 10 ejidatarios y comuneros son mujeres.
La igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y las niñas de las zonas rurales no solo son clave para el desarrollo agrícola, sino que resultan cruciales para el progreso social y económico, y para un desarrollo sostenible, transformador, coincide en señalar Miriam Pilar Liborio Hernández, titular de la Secretaría de la Mujer Oaxaqueña, (SMO) en el marco del Día Internacional de las Mujeres Rurales.
Por ello, esta dependencia coordina en Oaxaca los trabajos del proyecto Laboratorio de Cohesión Social – Unión Europea, denominado “Mujeres, ejerciendo sus derechos y sumando voluntades” en municipios de la Cañada, la Mazateca y el Istmo, a través de acciones de capacitación y sensibilización, que busca promover entre otras cosas, el ejercicio de su derecho al usufructo de la tierra y de los recursos naturales y, contribuir a que tengan voz en la toma de decisiones.
En este sentido, la SMO coincide con organismos como la ONU en el papel clave de las mujeres rurales y su contribución a la seguridad alimentaria, la erradicación de la pobreza y malnutrición, mediante el desarrollo rural y agrícola. Por ello resulta prioritario impulsar su acceso a recursos financieros y crediticios.
La subordinación, discriminación y no reconocimiento a sus derechos agrarios, recalca la SMO, son factores que invisibilizan a las mujeres. De las 354 mil unidades de producción en Oaxaca sólo 63 mil (18%) registradas por el INEGI se encuentran a cargo de mujeres. Los principales mecanismos de acceso a la tierra por parte de las mujeres son: la herencia (sucesión de derechos); el reconocimiento por parte del núcleo agrario a través de la asamblea y la compra del derecho.
El Programa de Certificación de Derechos Ejidales y Titulación de Solares (PROCEDE) definió en 1993, derechos ejidales y parcelarios y abrió la posibilidad de parcelar y titular individualmente las tierras comunales. Al depender el proceso de la autorización de las asambleas comunales, que estaban al frente de hombres, la mayoría de las mujeres quedaron excluidas de participar en la decisión.
La SMO advierte que seguirá enfocando sus esfuerzos, tanto con el Laboratorio de Cohesión Social, como desde su trabajo institucional en todas las comunidades de la entidad, a cerrar las brechas de género, reducir la carga de trabajo y eliminar la discriminación basada en el género de manera preponderante en el ámbito rural.