Riesgos en la juventud por los excesos de ejercer una sexualidad sin educación

La falta de educación sexual en la juventud se ve reflejada en la edad temprana de inicio de las relaciones sexuales que en múltiples ocasiones son acompañadas por el consumo de bebidas alcohólicas o algunas drogas.
La prevalencia de infecciones por VIH es de 77.7% en la población oaxaqueña de 15 – 44 años.

El fin de cursos para muchos jóvenes es un triunfo que festejar, sin embargo la celebración casi siempre está enmarcada en decisiones irresponsables como el consumo excesivo de bebidas embriagantes, relaciones sexuales sin protección o consumo de drogas que pueden tener como consecuencia adquirir una ITS como el VIH o un embarazo no planeado.

Según datos del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA), la actividad sexual comienza en la adolescencia. En muchos países, el inicio de las prácticas sexuales comienza antes de los 15 años.

La prevalencia de infecciones por VIH es de 77.7% en la población de 15 – 44 años, lo que significa que las infecciones por el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) en ese grupo de edad mantiene una tendencia estable en el Estado.

Sin embargo, la falta de educación sexual en la juventud muchas veces se ve reflejada en la edad temprana de inicio de las relaciones sexuales que en múltiples ocasiones son acompañadas por el consumo de bebidas alcohólicas o algunas drogas exponiéndolos al riesgo de adquirir una Infección de Transmisión Sexual (ITS) como el VIH o un embarazo no planificado.

El fin de cursos o la activa vida social de los jóvenes entre fiestas y bares son ambientes en que el alcohol, drogas y el sexo son permanentes de manera más o menos explícita y con ello las decisiones irresponsables que pueden derivar en adquirir alguna ITS como el VIH causante del sida, embarazos no deseados, abortos, matrimonios forzados o frustraciones profesionales.

Evitar consecuencias que limiten el desarrollo integral de juventud implica dotarles de las herramientas necesarias para el desarrollo pleno de su sexualidad y educarles sobre la salud sexual responsable.