Linfoma humano en pacientes con VIH

El linfoma puede desarrollarse en la población con defensas bajas.

Las personas con VIH son más propensas a desarrollar el linfoma.

De acuerdo con especialistas en el tema, el linfoma es un tipo de cáncer que afecta una parte del sistema linfático de las personas, agrupándose en dos tipos, el primero conocido como linfoma de Hodgkin y el segundo se le cataloga como no Hodgkin, siendo este último el de mayor incidencia en la población en general.

El linfoma clasificado como no Hodgkin puede causar diversos síntomas, que van desde ganglios linfáticos inflados, sin dolor, en el cuello, axilas o ingle; pérdida de peso inexplicable; fiebre; sudoración nocturna profusa; tos, dificultad para respirar o dolor torácico; debilidad y cansancio que no desaparecen; dolor, inflamación o sensación de hinchazón abdominal.

De acuerdo con la responsable del Centro Ambulatorio para la Prevención y Atención del sida e Infecciones de Transmisión Sexual (CAPASITS) Nisa Rindani Alvarado Cortés, menciona que el linfoma tanto Hodgkin como no Hodgkin, afecta a la población en general, sin embargo las personas con VIH son más propensas a desarrollarlo, esto se agrava más si no se inicia con el tratamiento adecuado de manera oportuna.

Sigue mencionando que los linfomas asociados con el sida clásicamente se relacionan con una profunda inmunodeficiencia, la cual ocurre generalmente cuando la persona presenta un  recuentos de linfocitos T CD4+ menores a 200 células, en este caso el riesgo relativo de padecer linfoma no Hodgkin es de 100 a 200 veces mayor que en la población general.

En cuanto se diagnostica un paciente con linfoma, es referido a una unidad de tercer nivel para su valoración a través de un cirujano oncólogo o un médico oncólogo, para que ellos valoren el tratamiento a seguir. Menciona que dentro del CAPASITS, solamente se han presentado cuatro casos de personas con linfoma, sin embargo, gracias al tratamiento y a la atención brindada, se han revertido los casos de personas con VIH diagnosticadas con principios de linfoma. Por ello resalta que la adherencia al tratamiento antirretroviral se asocia con una importante disminución en la incidencia de algunas infecciones oportunistas.

Por último recomienda a las personas a diagnosticadas con VIH a iniciar el tratamiento adecuado de manera oportuna, así como de mantener una adherencia al mismo, evitando así el desarrollo del linfoma.