SOBRE CARGOS HONORÍFICOS Y CARGOS INDECOROSOS: MACEHUALIZACIÓN EN OAXACA (Primera de dos partes)

Por Tania Bautista Monroy.

Tiempo antes a la llegada de los primeros españoles a territorio mexicano, la organización social de las sociedades mesoamericanas se componía principalmente por dos grupos. Por un lado, la llamada nobleza indígena, representada por principales y caciques, y por el otro, los macehuales o gente del común. Uno de los cambios más determinantes en la organización social y política de la población mesoamericana, fue el establecimiento de cabildos indígenas, a mediados del siglo XVI.

Proceso San Jerónimo Tlacochahuaya 1734

Los cabildos o repúblicas de indios fueron estructuras por medio de las cuales se gobernó e impartió justicia en los pueblos con población de origen mesoamericano, funciones que solía ejercer la nobleza indígena, pero que, a partir de su instauración, habrían de cumplir los oficiales de república: gobernadores, alcaldes y regidores. Debido a que los cargos del cabildo se ocupaban mediante elecciones anuales, fue trastocada la sucesión hereditaria de la nobleza indígena. Sin embargo, durante al menos dos siglos, caciques y principales ocuparon de manera exclusiva los oficios honoríficos o de república. Hacia el siglo XVII, pero sobre todo en el siglo XVIII, ocurrió en la Nueva España un proceso que los especialistas denominan macehualización, el cual consistió en el acceso a cargos del cabildo por parte de los macehuales. Este cambio generó conflictos entre principales y comunes, ya que los primeros comenzaron a perder parte de los privilegios que les habían sido heredados por sus antepasados nobles.

En el Archivo Histórico del AGEO se conservan documentos que dan cuenta de las desavenencias surgidas a causa de la macehualización en los cabildos de tres pueblos: San Jerónimo Tlacochahuaya, San Pedro Apóstol y San Francisco Yovego. A continuación, se presenta una breve relación de ellos.

Proceso San Pedro Apóstol Yovengo 1736

El primer expediente comenzó en 1734, cuando Pedro León Ramírez de Arellano, en nombre de los naturales, caciques y principales del pueblo de Tlacochahuaya, quienes promovieron un juicio contra los macehuales de dicho pueblo “sobre que se les guarden las excepciones que deben gozar como tales caciques en orden a los servicios personales”; solicitó plazo para presentar “los papeles, mapas o instrumentos de sus antepasados, en diversos pueblos en donde residen muchos de sus parientes” que demuestren su calidad de caciques. Sin embargo, como respuesta a su solicitud, el Corregidor Blas Martínez del Campo ordenó la formación de un expediente contra Nicolás Jiménez y su hijo Esteban Jiménez, pues “al mismo tiempo de entregar este escrito al presente escribano, ocurrieron todos los naturales de esta parcialidad, y así el alcalde, como los más de ellos, ebrios, y por estarlo Nicolás Jiménez, éste, y Esteban Jiménez, su hijo, se desvergonzaron a su merced, quedando con esto margen a que los demás pudiesen ejecutarlo”.

Dos años después, en 1736, Pedro de Santiago, padre de Andrés de Santiago, y Andrés Méndez, padre de José Méndez, principales de pueblo de San Pedro Apóstol; se quejaron contra el regidor Jerónimo García, Juan López y Lorenzo López, naturales del mismo pueblo… continuará…