Sanando la memoria documental de Oaxaca

ARCHIVO GENERAL DEL ESTADO DE OAXACA

SANANDO LA MEMORIA DOCUMENTAL DE OAXACA

Por Lucero Matadamas Gómez

El Archivo General del Estado de Oaxaca resguarda parte de la memoria documental del Estado, patrimonio histórico de los oaxaqueños. Día a día desarrollo mis labores en él, soy auxiliar en el Departamento de Conservación y Restauración del Archivo Histórico, donde nos dedicamos a sanar esta memoria.

Todos quienes trabajamos en este departamento, recibimos capacitaciones constantes sobre temas y tratamientos de conservación-restauración para desarrollar nuestro trabajo de la forma más profesional. Generalmente son teórico-prácticas, y en ellas se usan documentos que ya no tienen ningún valor archivístico, secundario ni histórico, como material didáctico de apoyo. En esta ocasión la parte práctica de la capacitación fue diferente, pues aplicamos laminados a documentos vigentes en el archivo. Esto me atemorizaba de cierto modo, ya que es un proceso que requiere mucha atención y concentración.

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El laminado es el proceso de adhesión de un soporte estructural secundario al soporte original de un documento; un soporte auxiliar cuando el soporte original –papel-, ya no es capaz de sustentarse a si mismo ni a la información que contiene.

Para determinar si una obra necesita de un soporte auxiliar, debemos tomar en cuenta los materiales constitutivos, la técnica de factura, los elementos sustentados y el nivel de deterioro físico del documento. Este es uno de los procesos donde la intervención va más lejos, por ello nos guiamos en nuestra práctica por principios de conservación-restauración como la mínima intervención necesaria para conservar la autenticidad del documento y la reversibilidad de materiales y procesos, refiriéndome a que con el tiempo, esta intervención se pueda quitar del documento.

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A grandes rasgos, el proceso de aplicación de un soporte auxiliar consiste en pre-humectación, lavado y pre-secado (sólo si se requiere), aplicación de adhesivo, colocación de soporte auxiliar, secado y perfilado.
La pre-humectación es un paso del proceso indispensable para el correcto desarrollo de éste, le permite al papel «irse preparando» para el proceso que, aunque no es acuoso, sí implica cierta humedad.

El lavado del documento se hace sólo si es absolutamente necesario, o si el documento requiere de otros procesos acuosos, como estabilización de tintas, a la par de su necesidad de un soporte secundario; recordemos el principio de mínima intervención necesaria. Hay diferentes y variadas técnicas de lavado, unas más simples y otras mucho más complicadas, la aplicación de una u otra dependerá del estado de conservación de cada documento. El pre-secado es fundamental después de un proceso de lavado, pues sin él no sería posible la ejecución adecuada del siguiente paso.

El adhesivo se puede aplicar de diversas formas, una vez más, dependerá del estado de conservación del documento y lo que esté permita, también de la habilidad o experiencia de quien lo aplica. El adhesivo, como cualquier material que se utiliza en la conservación de patrimonio documental, debe ser compatible química y físicamente, inerte y reversible.

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La colocación del soporte auxiliar requiere paciencia, calma, seguridad y mucha atención; es proceso un poco largo y minucioso que se debe efectuar de manera rápida y precisa. El soporte auxiliar no es más que una hoja de papel japonés, más delgada que el papel original del documento y ligeramente mayor en dimensiones a éste. Una vez colocado en el documento se debe «asentar» para eliminar burbujas de aire que puedan quedar entre ambos soportes y asegurarnos que el adhesivo quede bien impregnado en ellos; usamos plegaderas y brochas japonesas para este paso.

El secado es muy importante pues si no se hace correctamente se corre el riesgo de terminar con un documento arrugado o deformado como si fuera un «chicharrón». Se debe secar de manera controlada, generalmente en un sistema tipo «sandwich» entre papeles secantes y mallas para evitar que se adhiera a éstos; se seca bajo una superficie plana y uniforme, que abarque toda la superficie del documento, y finalmente se coloca presión. El secado se puede hacer en prensa papelera o bajo vidrios y pesos.

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El perfilado es la etapa final. Una vez que el documento está seco, se deben cortar los excedentes de papel del soporte auxiliar, justo al ras del original. Aunque el último paso no es menos importante, se debe ser muy cuidadoso para sólo eliminar excedentes de papel japonés y no de papel original.

Aprender el proceso de laminado, como experiencia propia fue muy enriquecedor; aprendí que en cuestiones de restauración no hay recetas exactas para llevar a cabo un proceso, ya que cada documento tiene sus propias características físicas y químicas, sus propias necesidades de conservación y necesidades de intervención particulares.

Los invitamos a visitar el hermoso edificio del Archivo Histórico del AGEO, que en su interior resguarda la historia de nuestro Oaxaca.