Los sonidos del silencio

ARCHIVO GENERAL DEL ESTADO DE OAXACA

LOS SONIDOS DEL SILENCIO

Por Stella Camargo Quiñones

Cuando estudiaba fonética y fonología la profesora nos llevó a conocer la cámara anecoica, íbamos a escuchar el silencio. Se decía que entrar a ese lugar era insoportable, que una persona no aguantaba media hora sin empezar a tener alucinaciones y que permanecer más tiempo, conducía a la locura. Tiempo después de esa experiencia un compañero cubrió el techo y las paredes de su cuarto con cartones de conos de huevo para aislar el sonido y tener su propio estudio. Pero ya no supe si tuvo buenos resultados.

No soportar la cámara anecoica inicialmente es por la deprivación total del sonido, la que requiere de adaptación (sucede igual con la luz), además el mareo tiene que ver con oído interno, ya que el nervio vestibulococlear controla la función auditoria y ayuda con el equilibrio o función vestibular. Otro malestar es la sensación de claustrofobia; todo esto crea ansiedad y ganas de huir de la cámara. Lograr el silencio absoluto en la cámara anecoica es muy complicado, pues al estar adentro, como el ser humano produce sonidos (se pueden escuchar la respiración, el corazón etc.), si se fuera a grabar este silencio, se escucharía el funcionamiento del equipo.

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Equipo reproductor de sonido

¿A qué suena el silencio?
La audición humana capta sonidos cuyo rango de ondas oscilan entre 2 a 20 mil veces por segundo, (Hertz o Hz), al igual que con la vista, estos límites disminuyen con la edad o por problemas de audición. Así es que “nuestro silencio” puede ser porque el sonido esta fuera del límite o porque realmente no hay sonido.

El silencio es tan significativo como el sonido, en el habla además de servir para respirar, es una herramienta para crear tensión y otros efectos expresivos, en la comunicación y en la música se imprime importancia expresiva con silencios cortos y largos.

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Casetera

Acervos especiales
En el Archivo General del Estado de Oaxaca la digitalización de los acervos especiales se hace con fines de preservación y difusión, dos de los tres ejes rectores: Organización, Conservación y Difusión.

En los archivos, los Documentos Especiales presentan una o las dos características no convencionales siguientes: 1. El lenguaje para transmitir la información es distinto al textual y puede ser iconográfico, sonoro o audiovisual. 2. El soporte es distinto al papel o de un papel especial que requiere condiciones de temperatura, iluminación y humedad particulares para su resguardo.

Es así como la fonoteca es un acervo especial compuesto por cintas (de carrete abierto y cassettes), discos de vinilo, CDs. Hablaremos sólo de la digitalización de las cintas magnéticas.

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Cinta casetes

Digitalización de la fonoteca
La digitalización requiere de al menos dos componentes, un equipo reproductor y uno grabador para hacer la conversión de analógico a digital.

Cuando el objetivo es digitalizar para archivar un audio maestro del documento, se utiliza la frecuencia de muestreo más alta que soporte el equipo sin distorsión. Sin embargo, hay mucha polémica en cuanto a la calidad del sonido de acuerdo con el formato que se use.

Portabilidad sobre calidad de audio
Gran porcentaje de la música digital tiene mala calidad de sonido, sin embargo, la gente prefiere formatos como el MP3, que ahorran hasta 7.5 veces más espacio gracias a la compresión a un formato de alta calidad como el WAV, AIFF o FLAC, debido a que la pueden tener en sus celulares o computadoras.

El problema al digitalizar audio es que el archivo resultante ocupa mucho espacio. Una solución es la compresión y fue así como nació el formato MP3, el cual ha sido tan importante que de término informático pasó a ser una palabra de uso común, al punto de que los reproductores de música se conocen como MP3s. Pero… su principal virtud es su gran defecto: alto grado de compresión a costa de borrar información de sectores apenas audibles, que no es cambiar sonido por silencio sino eliminación de sonido. Una persona con buen oído y equipo de sonido nota las pérdidas. Para ejemplificar, en un formato sin compresión en un CD cabrían aproximadamente 20 canciones, pero con el MP3 caben cientos.

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Cinta magnética

El problema de la compresión en el audio es el mismo que en las imágenes: con la perdida de información la imagen pierde nitidez y se produce el pixelado, que es cuando los pixeles individuales son visibles al ojo y aunque la imagen se vea bien, al momento de ampliarla para observar algún detalle, se ven unos cuadritos y es imposible verla con nitidez: a mayor compresión más perdida de información.

Digitalización en el AGEO
El proceso de digitalización de las cintas magnéticas en el AGEO contó con una grabadora de carrete abierto, un procesador con el programa Estudio H4 o el Adobe audition y una computadora. Dado que la grabadora es un equipo analógico, se conectó a un procesador con los cables adecuados (Canon hembra a canon macho, con adaptadores canon macho a hembra y plug americano) y este a su vez a la computadora. Gracias al programa el sonido se convirtió al formato digital. Esto se hizo en tiempo real debido a que no hay forma de acelerar el proceso.

Se guardaron dos archivos, uno con el sonido original y otro con el sonido limpio, libre de ruido, proceso que se hizo con el mismo programa. Los archivos resultantes son muy pesados y ocupan gran espacio de almacenamiento, pero es el precio para tener un sonido de calidad.

Es un placer haber hecho este primer artículo del nuevo decenio y a nombre del Archivo General del Estado de Oaxaca les deseamos un feliz año 2020.

Sin archivos ordenados no hay transparencia, ni historia, ni cultura.