LA PANDEMIA: RETOS Y OPORTUNIDADES PARA LOS ARCHIVOS (Segunda de dos partes)

Por Luz Stella Camargo.

Además de hacer suyos y adoptar estos lineamientos, en el AGEO se impulsó otro cambio fundamental y fue la invitación al personal que estaba confinado en sus casas a capacitarse. Aprovechando para ello las facilidades y oportunidades durante estos 24 meses de pandemia, como resultado del trabajo híbrido. El trabajo a distancia y la virtualidad además del trabajo sustantivo que requiere hacerse de manera presencial, abrió las puertas al aprendizaje, ya que hubo todo un alud de charlas, seminarios en la red, congresos, conferencias, talleres y cursos en línea, muchos ellos gratuitos o de entrada libre para las instituciones, ofrecidos por las diferentes organizaciones e instituciones de archivos nacionales, regionales e internacionales. Rápidamente en el AGEO nos vimos asistiendo y participando en eventos de la ALA, con ponentes de toda Iberoamérica y pudimos asistir a charlas con la mismísima Antonia Heredia y otros tantos baluartes de la archivística. Además de una mayor inversión en el capital humano, la pandemia también marcó nuevas pautas para la conservación del patrimonio documental, las cuales involucran una intensificación de los procesos de organización, descripción, preservación digital, así como la diversificación de las tareas de difusión en los medios de comunicación, en las redes sociales y fuera de ellas.

Atardecer en el AGEO. Por Suriel López Cortés.

Si bien algunos de estos procesos no son nuevos y tienen varios años teniendo lugar en los archivos, la pandemia aceleró e hizo extensivo su uso. Requirió que todos los archivistas y documentalistas se adentrasen en la gestión de los documentos electrónicos, al dar paso, en los hechos, a nuevas formas de solicitar, consultar y trabajar con documentos en soporte digital, sin dejar de involucrarse en la elaboración, uso, transferencia, almacenaje, mejoramiento y desarrollo de estos procedimientos. Los usuarios de los archivos se vieron obligados a acceder a los documentos de una manera electrónica, respetando las normas establecidas por los archivos sobre la confiabilidad de los documentos análogos y asumiendo las nuevas modalidades de servicios a distancia. Cabe decir que los usuarios fueron los más afectados frente a los cientos de archivos que no estaban preparados para la gestión virtual y que solo asumían la prestación de los servicios de consulta de manera presencial. Hoy en día ya existe una forma híbrida de trabajar con documentos, hasta donde lo permiten las capacidades, instalaciones, equipos y el presupuesto, porque no estábamos preparados para un salto cualitativo tan grande. Sin embargo, ante las nuevas realidades y desafíos surgieron nuevas maneras de acceder a la información resguardada en los archivos, manteniendo siempre el contacto humano que es esencial. Hoy para muchos usuarios ya no son desconocidos los documentos digitales y el uso del código QR el cual llegó para quedarse.

Departamento de Reprografía, Itzel Solano.

La pandemia permitió evidenciar la función esencial de los archivos. La preservación y la custodia no bastan, es la accesibilidad y el aprovechamiento del patrimonio documental los que resultan cruciales. Además, está el deber de los archivos de documentar la crisis sanitaria mundial que hemos vivido. Cuan alentadoras pues resultan las innumerables exposiciones virtuales gratuitas y sobre todo la puesta en valor de la necesaria digitalización en los documentos, colecciones y acervos que resguardan los archivos, las bibliotecas y los museos.

Departamento de Conservación y Restauración, Eva Leticia Sixto.

Con motivo del día Internacional de los Archivos este 27 de marzo, enviamos un saludo solidario a todos los que vieron que la pandemia es una coyuntura de retos y oportunidades para los archivos.