Homicidios ocurridos en Oaxaca de los siglos XIX y XX. 3 casos suscitados en Oaxaca.

Por Blanca Paola Pérez Garro.

Caso 1.
Averiguación que comenzó el 27 de febrero de 1857, para determinar la causa seguida en contra de Juan Manuel Camiragua, y complicidad de María Justa Gertrudis, María Josefa y Mónica Quevedo, del homicidio del panadero Juan del Mundo y que por órdenes del alcalde primero constitucional, se realizó la aprehensión de Juan Manuel Camiragua y se desahogaron las diligencias correspondientes; en la confesión de Juan Manuel, dijo ser soltero de 25 años de edad, labrador y vecino de Soyaltepec, confesó haberle dado un balazo a Juan del Mundo y posteriormente lo arrastró de la mano, aproximadamente diez varas, hasta llegar a una poza que se formaba en un arroyo que desemboca en el río de Chichicapam, lanzándolo para que los zopilotes o los animales del agua se lo comieran y así no ser descubierto, también confesó que Mónica Quevedo, hija de Dolores de Amapa, fue la que lo estuvo incitando en muchas ocasiones, diciéndole que era un cobarde si no mataba a Juan del Mundo y en una ocasión le había dado dinero para que fuera a comprar polvos y balas para que cargara la carabina que tenía el difunto, con la que se perpetró el delito, el declarante también dice que Mónica Quevedo no conforme al saber que con esos polvos que mandó a comprar (veneno) los cuales le suministraron al ya difunto y al ver que estos solo le provocaron pequeños malestares y no la muerte, mando a comprar una bebida llamada leche de Mayorea, para dársela en su café al referido difunto, también confesó Juan Manuel, que realizó este acto por la Ilícita amistad que conservaba con María Justa Gertrudis, viuda del difunto, y que después de haber cometido el crimen, el referido Juan Manuel fue inmediatamente a la casa de María Justa Gertrudis, para confesarle haber matado ya a su marido y haciéndole notar que deberían comunicárselo a Mónica para que no fueran descubiertos, y fue así que se lo comunicó a Mónica la cual fue inmediatamente para la casa de un tal Don Antonio Barbi, a decirle que Juan del Mundo se había ido para Veracruz, dejando a su esposa abandonada. Declaración de María Justa Gertrudis Josefa, quien dijo ser natural de Ixcatlán y vecina de Soyaltepec, con 20 años de edad, al preguntarle que si sabía del paradero de su marido, respondió que el día viernes, un día antes de todos santos, se fue su marido a la milpa llevándose una de dos carabinas que tenía en su casa, después de esto María se fue rumbo a esa milpa a encontrarse con Juan Manuel, cerca de esa milpa donde le confesó el delito y la razón de haberlo ejecutado, señalando que Mónica Quevedo quien vivía en Pueblo Nuevo, le había propuesto que matara a Juan del Mundo, ya que este mismo decía en casa de Mónica que él iba a matar a Juan Manuel y le iba a beber su sangre, expresión que realizó, ya que al parecer había un hijo de por medio, el cual no era suyo sino de Juan Manuel. Declaración de María Josefa, quien dijo ser soltera de veintidós años natural de Ixcatlán, la que confesó que Mónica Quevedo, le había suministrado al difunto una semilla o frutilla llamada del Chilillo para enfermarlo, también declaró que la viuda mandó que enterrara un machete y un zarape del difunto para que de este modo no fueran descubiertos ya que dichas cosas se encontraban en la orilla de la milpa donde fue lanzado el cuerpo del difunto.

Dibujo de una carabina y machete del homicidio de Jesús del Mundo.

Caso 2.
En abril de 1862, criminal contra Jacobo Castellanos, soldado de la 3ra. Compañía del Batallón Juárez, por haberle dado muerte de un balazo a José Doroteo Martínez de Zaachila. Dicho soldado declaró que cuando se dirigían a la casa del finado, cuando este salió corriendo con dirección a un carrizal, se tuvo que realizar una persecución, mandándole hacer el alto y al ver que este no obedecía le apuntó con su arma y sin haber tenido la intención de dispararle, con un golpe a su arma se activó el fusil dándole a José Doroteo Martínez un balazo.

Dibujo de una pistola con la que se cometió el delito de homicidio de José Doroteo Martínez.

Caso 3.
Averiguación previa No. 383, a cargo de Leónides Martínez Colmenares, agente investigador del Ministerio Público, para determinar la responsabilidad del homicidio de Ernesto Torres Aragón. En los efectos legales se remitió una pistola calibre 32-20 con cacha de concha, cuatro cartuchos útiles y tres cascajos, así como la cantidad de ciento cuarenta y tres pesos, cincuenta y cinco centavos, dos cajas de cigarros marca Alas y una caja de cerillos, todos estos objetos propiedad del occiso.

Sobre en el cual se remitieron los proyectiles y fragmentos que se extrajeron del cuerpo de Ernesto Torres Aragón.

En la averiguación se dieron los generales de Ernesto Torres Aragón, quien fue originario y vecino del distrito de Zaachila, casado, de 27 años de edad, ocupación labrador. Se presentó Luis Valles para narrar los hechos de lo ocurrido, dijo ser originario de Guadalupe del distrito judicial de Etla, agente de las Comisiones de seguridad y con tal carácter fue designado, en compañía de cinco compañeros, a una comisión para aprehensión del prófugo de la justicia Ernesto Torres, quien se encontraba en la casa número 22 de la calle Hidalgo, quien al salir al segundo patio de esta casa y ver a estos agentes, disparó su arma, por lo que los agentes tuvieron que repeler la agresión, accionaron sus armas disparando también y percatándose que Ernesto Torres se desplomo en el suelo. También se halla la declaración de Francisca Zafra, quien dijo ser originaria de San Miguel Peras, perteneciente al Distrito de Zaachila, soltera de 43 años de edad, comerciante y con domicilio en la casa número 20 de la Avenida Hidalgo (accesoria Mier y Terán letra C), quien aseguró que llegó Ernesto Torres en estado de ebriedad, preguntándole a ella si era prima de Lola y suplicándole de favor si podía mandar a llamarla, a lo cual accedió y posteriormente regresó con un recado de Lola, quien se negó a ir pidiendo que se fuera, que no quería hablar con él, Ernesto se quedó sentado toda la tarde y el resto de la noche pidiendo con tono amenazante ver a Lola, a la mañana siguiente doña Francisca tuvo que salir para realizar unos pagos y cuando regresó se encontró con la novedad de que el mencionado Torres se encontraba muerto. Declaración de Aurora López, alias Lola, la cual dijo ser originaria de San Miguel Peras perteneciente al Distrito de Zaachila, soltera de 25 años de edad, quien dijo que aproximadamente hace año y medio comenzó una relación con Ernesto Torres, pero en vista de las múltiples dificultades con las que tropezaron, decidieron darle fin a su amistad en el mes de agosto, por lo que en la ocasión que se enteró que Ernesto la fue a buscar decidió decir que no tenía nada que tratar con él y para su sorpresa tuvo conocimiento que ese día a como a las 11 de la mañana lo habían matado.

Fotografía de las balas extraídas del cuerpo de Ernesto Torres Aragón.

Estos son algunos casos referentes a causas criminales, que se resguardan en el Archivo Histórico del AGEO y nos muestran cómo se llevaban los procesos judiciales y se daba la aplicación de la justicia, por eso los invitamos a que consulten estos valiosos testimonios.

Certificado que realiza el pasante de medicina de los orificios en el cuerpo de Ernesto Torres por proyectil de arma de fuego.


Fuente: Documentación del Archivo Histórico de Oaxaca,
Fondo Justicia, Sección Criminal, Serie Homicidio Siglos XIX.
Caja: 547, Expediente 4 y 7.
Fondo Gobierno Procuración de Justicia
Siglo XX. Caja 3547.