FIERROS QUEMADORES EN OAXACA

Por Demnis Martínez Vásquez

En el Archivo General del Estado de Oaxaca, podemos encontrar una diversidad de documentos que dan cuenta de la historia de Oaxaca. En esta ocasión nos avocaremos en el uso de los fierros quemadores durante el siglo XIX, en el Estado, así como también el pago de impuestos para quedar inscrito en el libro de registros de fierros.

Con la llegada de los españoles en 1521 a la Nueva España, vinieron consigo los caballos, vacas, toros, entre otros animales; Así las necesidades de explotación, conducción y arrendamiento del ganado, fueron cambiando las formas de vida, así como también conduciendo a la necesidad de contar con una identificación particular (fierro quemador) para demostrar la legítima propiedad del ganado.
Los fierros de herrar se utilizaron por mucho tiempo, para marcar el ganado que pastoreaba en los agostaderos, con una marca específica que acreditaba su posesión, trasformando esa marca en requisito indispensable para evitar el robo y obtener pleno control y uso de dicha propiedad.

En el siglo XIX, el registro y control de los fierros quemadores para ganado vacuno y caballar, eran funciones otorgadas a los alcaldes municipales. Estas marcas se establecían según el gusto del interesado y se garantizaba la propiedad de cada marca, mediante el registro de este, no se permitía dos marcas iguales, las medidas de los fierros no podían exceder de los 18 centímetros, ni tener menos de 10 centímetros y se herraban los animales, con un fierro caliente en pierna izquierda.
Don Antonio de Mora y Peisal, caballero de la real y distinguida orden española de Carlos III, individuo de la Ilustre y Real Maestranza de Ronda, Regidor Perpetuo de la ciudad de Málaga, intendente corregidor de esta capital y su provincia, concede licencia a Don Juan Ibáñez Pacheco, comerciante, para que sus mulas bestias cabalguen y cualquiera otros de los ganados de su pertenencia, puedan marcarlos con el fierro que al margen se muestra, guardándosele en razón de ello los fueros y privilegios que por tal requisitos son concedidos, de la que no podrá usar sin que ante todas cosas la presente a ministros de la Real Hacienda. Gobierno/Ganadería/Fierros quemadores, 1806.

Gobierno/Ganadería/Fierros quemadores, 1806.

Registro de patentes de fierros quemadores a favor del C. Rafael García y Rafael Gutiérrez, para emplear la marca de ganado vacuno. Gobierno/Ganadería/Fierros quemadores, 1895.

Gobierno/Ganadería/Fierros quemadores, 1895.

Gobierno/Ganadería/Fierros quemadores, 1895.

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Los interesados solicitaban la marca al gobierno estatal o en el nombre de los interesados en papel simple lo pedían al Alcalde Municipal, con el previo pago de impuestos que variaban según las cantidades de animales tenían, impuesto creado a favor de las rentas del Estado y para la contribución federal correspondiente. Las marcas se tenían que ser registradas en el libro de la Tesorería municipal, una vez realizado dicho trámite se le otorgaba al dueño, una constancia de registro del fierro quemador.
Registro del fierro quemador a favor del C. Pedro A. Méndez, vecino del pueblo de Matatlán, Distrito de Tlacolula, con previo pago de la cantidad de $2.60 pesos, para marcar el ganado vacuno y que tiene en propiedad 30 cabezas de ganado. Gobierno/Ganadería/Fierros quemadores, 1896.

Gobierno/Ganadería/Fierros quemadores, 1896.

Estos documentos nos dan información sobre la industria ganadera en Oaxaca, su regulación, explotación y comercio durante el siglo XIX, por lo cual los invitamos a consultar los Fondos y Colecciones que se resguardan en el Archivo Histórico Central del Archivo General del Estado de Oaxaca, donde podrán consultar diversos temas del pasado de nuestra entidad, esto con la finalidad de rescatar la historia y fortalecer memoria de los oaxaqueños y las oaxaqueñas.