Escuela Correccional de Artes y Oficios del Estado de Oaxaca.

ARCHIVO GENERAL DEL ESTADO DE OAXACA 

ESCUELA CORRECCIONAL DE ARTES Y OFICIOS DEL ESTADO DE OAXACA.

Por Blanca Paola Pérez Garro.

El 26 de agosto de 1889, el Gobernador y General de Brigada del Estado de Oaxaca, Albino Zertuche, decretó que la Escuela de Artes y Oficios del Estado se reformaría, convirtiéndola en “ Escuela Correccional de Artes y Oficios”. Este acto se basó en los artículos numero quinto de la ley del catorce de diciembre de 1888, en el artículo quinto del día 30 de noviembre de 1882 y del artículo tres del nueve de noviembre de 1881, ese decreto comenzó a surtir efecto en el mes de septiembre y el inmueble fue entregado por el señor Sebastián Navalon al mayor de infantería Luis M. Saavedra, el 10 de Octubre de 1889.

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Gracias a los documentos que se encuentran resguardados en el Archivo Histórico del AGEO, podemos crear una hipótesis sobre la ubicación de lo que fue la Escuela Correccional de Artes y Oficios de nuestro Estado, que sería entre las calles que rodean al templo de la Soledad: Sabino Crespo, Independencia y Morelos, y que en la actualidad corresponden a la facultad de Bellas Artes de la Universidad Autónoma Benito Juárez y el Instituto solar Infantil.

Esta institución dependía del Gobierno Ejecutivo, el plantel estaba compuesto por un director que era de rango Jefe Coronel, un subdirector jefe de batallón (Mayor), tesorero almacenista del batallón (Capitán 1), prefecto instruido del ramo militar (Capitán 1), celadores, comandantes de compañía encargados respectivamente de los departamentos de muebles, útiles, guarda ropa, armero, comedor, cocina y ranchos (Capitanes segundos), vigilantes oficiales de compañía (Tenientes), subtenientes, médico cirujano (Capitanes 1), profesor de pintura, profesor de música , director de la sección de instrucción primaria, profesor de instrucción primaria elemental , profesor de instrucción primaria superior, maestro de herrería, maestro de carpintería, maestro de zapatería etc.

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Tenía por objeto procurar todos los medios posibles para la enmienda de los jóvenes que adolecieran de vicios o defectos, que posteriormente pudiesen llegar a convertirlos en perversos o criminales, la finalidad principal era enseñarles a vivir de forma honrada instruyéndolos y enseñándoles un arte u oficio que asegurara su subsistencia. Para poder ser admitidos tenían que realizar una solicitud exponiendo sus motivos. Los jóvenes que eran de la clase acomodada debían pagar diez pesos mensuales en la dirección de ese establecimiento y los que fueran de clase baja, tenían que presentar una acta de pobreza y su acta de nacimiento para ser acepados, ya una vez aceptados se les decía que estaban condicionados y era obligatorio permanecer hasta el tiempo que terminase su educación primaria y el oficio que le fuere destinado. Los alumnos estaban obligados a tener una conducta intachable, tenían que levantarse al toque de la diana a las 5 de la mañana y tenían que acostarse al silencio, su cabello tenía que ser recortado con máquina, tenían que conservar en buen estado sus estolas, prendas y útiles, asear su dormitorio, comedor, armamento, correaje, herramienta, etc. Estaba prohibido usar apodos y palabras insolentes, tutearse, jugar de manos, realizar juegos prohibidos o perjudiciales a la salud, no podían fumar ni tomar bebidas embriagantes, mucho menos podían silbar ni tampoco comerciar con el pan o alimento alguno, al momento de que les era entregado su uniforme no podían portar otra prenda extraña a este dentro o fuera del plantel. Para poder hacerlo, realizaban un escrito ante el director a quien a su juicio hacia esas concesiones y si era aceptado, este permiso se tomaba como un distintivo por el buen comportamiento, dedicación al trabajo y estudios y como premio eran elevados como alumnos de primera clase, cabos y sargentos.

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Su uniforme y pertenencias se componía de: almohada de lana con funda de manta roja, un capote paño gris, saco y pantalón gris, un cinturón de baqueta para sujetar el pantalón, una cartuchera con fajilla cubierta para bayonetas y porta fusil de charol, un kepi paño gris y bordado de metal, una gorra de paño gris, corbatas merino negro, camisas de calicol, pares de zapatos, guantes de hilo, un fusil con bayonetas o marrazo y dotación de cartuchos necesarios para el servicio y tiro al blanco, mochila de charol negro. Su rutina comenzaba a las cinco de la mañana al toque de la corneta del guardia y el alumno tenía que asearse, a las seis de la mañana el corneta o tambor de guardia daba el toque de instrucción y los alumnos se formaban en los corredores del primer patio para concurrir a la clase de pintura, talleres e instrucción militar.

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El primer pelotón era conformado por los de la clase de pintura, segundo pelotón por los del taller de herrería, tercer pelotón conformado por el taller de carpintería, cuarto pelotón conformado por el taller de zapatería y el quinto por los reclutas. Un oficial de cuartel mandaba desfilar los pelotones y los conducía a sus destinos dando la voz siguiente ¨ PELOTONES A SUS RESPECTIVOS DESTINOS, MARCHEN¨. A las ocho treinta de la mañana, volvían a realizar formación para tomar su instrucción primaria, a la una de la tarde se dirigían a tomar su comida donde se daba el toque de rancho y terminando esta, quedaban en recreación, regresando a las tres de la tarde para seguir instruyéndose. Se tocaba la llamada de tropa y finalizaban sus actividades a las seis de la tarde para tomar su cena y después, a recibir lecciones orales alternando con ordenanza militar y fáctica, culminando su día a las nueve de la noche con el toque de silencio.

Lo invitamos a conocer este y otros tesoros documentales en al Archivo Histórico del AGEO.