Cuando nos volvamos a ver….

ARCHIVO GENERAL DEL ESTADO DE OAXACA

Cuando nos volvamos a ver….

Por Verónica Allier García.

Cuando entras por primera vez al Archivo General del Estado de Oaxaca, no puedes más que sorprenderte: la imponente arquitectura te deja sin aliento, estás ante un edificio de grandes dimensiones, altos muros que parecieran impenetrables y que custodian como los fuertes de antaño, la memoria documental histórica de nuestro estado.

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Acceso principal

Sin embargo, más allá del propósito para el que fue construido, estéticamente es también un edificio con muchas cosas por descubrir, porque sin duda un aspecto que seduce a los visitantes, es la infinidad de posibilidades para realizar fotografías artísticas en este espacio.

En el corazón del Parque Las Canteras

El AGEO se encuentra ubicado en el municipio de Santa Lucía del Camino, en el corazón del parque Las Canteras, lugar emblemático porque de ahí, se extrajo la piedra con que fueron construídos muchos de los edificios históricos de la Ciudad de Oaxaca. Cuenta con 11,815 metros cuadrados de construcción en un área de 13.5 hectáreas. La obra, diseño del arquitecto español Ignacio Mendaro Corsini, fue realizada en concreto pigmentado, cuyo tono ocre está inspirado en el color de la tierra de la mixteca oaxaqueña y que evoca también a las construcciones tradicionales de adobe de nuestras comunidades rurales.

Comencemos en el exterior, donde el edificio conecta con varios puntos, hacia el Bosque del deporte y hacia el parque Las Canteras. La parte inferior del Puente Norte es un sitio poco visitado, quizá porque a simple vista no se nos antoje recorrer el sendero de terracería que conduce hacia allá, o tal vez porque no imaginamos lo que podemos hallar ahí: una interesante perspectiva y poco vista del edificio.

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Vista bajo el Puente Norte

Homenaje a la arquitectura monumental de México

El edificio cuenta con dos accesos, el principal, nos depara una sorpresa: al entrar y cruzar la enorme puerta de hierro, es imposible no quedar maravillados con el vestíbulo, el espacio más alto de todo el complejo donde los haces de luz matinal que iluminan las paredes, parecieran acariciar el frío concreto, dándole un efecto tan cálido que minimiza cualquier vestigio de dureza y nos da la bienvenida para seguir recorriendo el lugar.

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Vestíbulo principal

Definitivamente la luz es un elemento fundamental en el diseño, pero también los muros altos, los pasillos profundos y la estética de los patios, que hacen un homenaje a la arquitectura monumental mexicana.

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Patio de Repositorios

El Patio anexo a la Sala de Exposiciones, es un espacio para tomarse un respiro, descansar, admirar la grandeza de los contrafuertes, como si estuviéramos al pie de una antigua pirámide prehispánica, o de las murallas que rodeaban las grandes ciudades, que nos resguardan, que nos protegen.

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Patio de la Sala de Exposiciones

La naturaleza siempre está presente, además de haber conservado muchos de los árboles que ya existían en el parque, podemos hallar diferentes tipos de plantas endémicas y aves que nos visitan posando en algún recoveco del edificio, o anidando en los árboles.

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La naturaleza siempre presente

Por ello la escala obligada es en el Patio del Pirú, donde un hermoso ejemplar sobreviviente a la construcción del inmueble, ha sido testigo de muchas historias en el parque y que aún siguen escribiéndose bajo su sombra.

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Patio del Pirú

O bien, si lo que buscamos es un sitio tranquilo, que nos invite a la lectura o a la reflexión, la opción es el Patio de las Bibliotecas BS, donde las celosías creadas con el fin de ventilar y/o dar privacidad a algunas áreas, enmarcan perfectamente elementos para realizar fotografías de algún detalle.

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Patio de las Bibliotecas BS

Geometría del espacio

En este edificio destacan, además del diseño de los espacios, una gran variedad de texturas y patrones geométricos que podemos hallar por todas partes, mezclando perfecta y armoniosamente el estilo arquitectónico vanguardista con el conventual e industrial.

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Geometría del espacio, juegos de luz y sombra

Detalles de madera y herrería, complementan la estética del edificio y algo que sin duda no podemos pasar por alto, es el diseño orgánico de la delimitación perimetral y una reja interior inspirada en la trama de los textiles oaxaqueños, ambos de la autoría del extinto maestro Francisco Toledo.

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Diseño del Maestro Francisco Toledo en la barda perimetral

Cuando nos volvamos a ver…

Sin embargo, ahora todas estas maravillas están en espera, latentes y con ansia de ser visitadas, de sentir la presencia humana en sus rincones, en sus pasillos, en sus libros y documentos, porque finalmente, ¿qué es un sitio vacío sin ella? eso, solo muros y techos a las que les falta alma, que resguardan tesoros, sí, pero sin la posibilidad de que alguien los pueda ver, conocer las historias que encierran y mostrar al mundo que en Oaxaca contamos con una institución que se preocupa por el rescate y la conservación de nuestra memoria documental, para que en un mañana, esperemos no muy lejano, sigamos con nuestra labor de difundir parte de nuestra cultura, sumergirnos en nuestras raíces y en la obra de quienes forjaron nuestra historia e identidad.