Por Flavio Gómez Reyes.

El papel artesanal se elabora de fibras vegetales, como el algodón, lino, cáñamo, caña, arroz, entre otras, se debe agregar un encolante que le proporciona mayor resistencia, en un inicio se usaba engrudo de trigo o papa, posteriormente, en Europa se sustituye por cola o gelatina de origen animal dando mejores resultados, actualmente se usa metil celulosa o en algunos casos baba de nopal. El papel hecho a mano sigue elaborándose casi con el mismo proceso que hace cientos de años, la técnica ha mejorado a través del tiempo, pero el proceso básicamente sigue siendo el mismo.

El papel se inventó en China por Ts´ai Lun en el año 105, su gran aportación fue depositar las fibras en agua y capturarlas con un bastidor para formar una hoja de papel, siglos después el conocimiento pasó a los árabes, en el año 751 después de la batalla de Turkestán. Los árabes hicieron aportaciones al proceso, incorporaron los mazos de triturar y empezaron a usar trapos de fibras como algodón, lino y cáñamo (papel de trapo). A principios del siglo XII llevan el conocimiento a España e Italia, territorios que dominaban por esos años, ya en Europa se introduce el uso de la muela hidráulica para accionar los mazos y se añaden clavos para acelerar el troceado en la obtención de la pasta. En el año 1680, en Holanda se inventa la pila holandesa, máquina que se encarga de moler las fibras para la obtención de la pasta, con lo cual se acelera el proceso.

Papel de trapo con filigrana.

El papel de trapo es uno de los de mayor calidad, lo podemos conocer en el AGEO, ya que un número considerable de documentos resguardados tienen como soporte este tipo de papel, que a pesar del tiempo se conserva en muy buenas condiciones, otra característica de este papel son las filigranas que en su momento sirvieron para saber de qué taller procedía.

Actualmente el papel artesanal se elabora de la siguiente manera, cuando se trata de fibras de corteza como la morera o lino, caña, plátano, etc., se hierve o deja en agua por periodos largos para ablandar y eliminar la lignina, se lava y se muele en la pila holandesa para obtener la pulpa o pasta. Cuando se trata de fibra de algodón se puede moler directamente en la pila holandesa sin hervir o dejar en agua.

Formación de papel.

Una vez que se tiene la pulpa, pasa a la tina de formación, con un bastidor se captura la fibra para formar un pliego de papel, a continuación, se deposita sobre un soporte rígido de lamina o madera, se coloca un fieltro encima del papel para extraer el exceso de agua, intercalando lamina, papel y fieltro se forma un paquete que pasa a la prensa, con la presión los papeles se adhieren a las láminas. Saliendo de la prensa se ponen a secar ya sea en un tendedero o directamente al sol, ya secos se desprenden de las láminas.

No olvidemos que al papel se le aplica un encolante este se puede aplicar cuando el papel esta seco o en la tina de formación, puede no agregarse el encolante, la diferencia será que tendremos un papel absorbente, una especie de papel secante o filtro, por último, se satina en la prensa de rodillos lo que le proporciona un acabado más liso, en muchos de los casos se omite este paso ya que los papeles con textura tienen buena aceptación.

Secado del papel.

Se puede elaborar papel artesanal con un gran número de plantas o fibras, dependiendo el uso que se le quiera dar y la calidad que se desea. No todos los papeles son de calidad para impresión, pero tienen características que los hacen únicos, el resultado depende de la necesidad y creatividad del usuario.