Breve reseña sobre la conservación – restauración

BREVE RESEÑA SOBRE LA CONSERVACIÓN – RESTAURACIÓN

Por la Rest. Diana Saarva

El interés por cuidar nuestro patrimonio, es decir, las acciones de conservación e incluso de restauración de objetos, tiene sus orígenes desde los inicios de la humanidad, como sucedía con el arte rupestre, con los objetos rituales o con los utensilios de uso cotidiano; apreciándose en la selección de materiales y técnicas cada vez más perdurables así como su resguardo en contenedores o espacios seguros. Pero la profesionalización de esta disciplina comenzó recién con el movimiento positivista del siglo XIX, donde la ciencia adquiere protagonismo. Al principio las restauraciones eran realizadas por artesanos, o por los propios creadores de las obras, aunque es mucho más adelante que aparecen quienes se dedican específicamente a conservar.

En la segunda mitad del siglo XIX, se funda en Reino Unido, bajo la línea de pensamiento de John Ruskin, la Sociedad para la Protección de Edificios Antiguos, en cierta forma, el primer intento organizado para conservar el patrimonio cultural. En la misma época, pero en Francia, surge una figura contrapuesta, Eugène Viollet-le-Duc, que a diferencia de Ruskin, defensor acérrimo de la conservación, entiende a la restauración como una forma de conservar y la lleva a cabo tras extensos estudios previos, además de dejar asentado por escrito sus métodos y pensamientos; así es como llega a ser considerado el primer restaurador.

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Para esa época, en Italia, el arquitecto Camilo Boito entre sus doctrinas sobre la restauración del patrimonio expresa la necesidad de diferenciar las intervenciones y promueve el relevamiento de las obras a través de esquemas donde se plasme el antes, durante y después, haciendo hincapié en mantener, luego conservar y en última instancia restaurar. Estas teorías serán retomadas posteriormente por Gustavo Giovannoni, promoviendo el surgimiento de la llamada “carta de Atenas” como primer documento oficial sobre restauración de monumentos cuyo fin primordial fue el de unificar criterios.

Durante el siglo XX la ciencia fue adquiriendo gran importancia para la conservación, dotándola de conocimientos de física, química o biología sobre la naturaleza y el comportamiento de los materiales, así como los efectos del entorno en los bienes culturales, permitiendo identificar las causas y mecanismos de deterioro y entonces proponer metodologías para su protección. Es así que cada vez va cobrando más importancia la necesidad de brindar fundamentos sobre las prácticas de conservación.

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Con la asunción del fascismo en Italia, se pone el ojo en la restauración del pasado romano y renacentista a través de la reconstrucción de la ciudad y como mecanismo de control político; este contexto sienta las bases para la creación del Instituto Centrale per il Restauro, de donde surgirá otro conocido teórico de la restauración, Cesare Brandi. En su teoría, la restauración tiene por objetivo salvaguardar otros valores además del funcional. Él considera que toda obra de arte tiene dos valores esenciales, uno histórico, que documenta la historia de la humanidad, y otro estético, que presenta una coherencia formal que le confiere una unicidad.

Los convenios y cartas internacionales que abordan la protección del patrimonio, luego de la carta de Atenas para la Restauración de Monumentos Históricos de 1931, tuvieron su impulso durante el siglo XX, una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial y durante la reconstrucción de las ciudades devastadas por su inclemencia, y constituyen importantes referentes que siguen teniendo vigencia tras revisiones y actualizaciones constantes.

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La necesidad de establecer principios para regular la conservación y restauración de monumentos históricos quedó plasmada en la “Carta de Venecia» o Carta Internacional sobre la conservación y restauración de monumentos y sitios de 1964.

Estas cartas fueron realizadas con la intención de establecer de común acuerdo recomendaciones para las intervenciones. En principio se hacía énfasis en monumentos y sitios históricos, pero más adelante se fue ampliando la noción de Patrimonio Cultural a obras materiales y no materiales como la lengua, los ritos, las creencias, la literatura, las obras de arte y los archivos y bibliotecas .

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En el XVIII Congreso Internacional de Conservación y Restauración de Bienes Culturales celebrado en Granada en 2011, con el objetivo de rendir homenaje a todos los conservadores y restauradores de piezas históricas y culturales del mundo, se establece el 27 de enero, natalicio de Violette le Duc, el Día Internacional del Conservador Restaurador.

Un Conservador-Restaurador posee entrenamiento, conocimientos, habilidades, experiencia y comprensión para actuar, desde la ética profesional, con el objetivo de preservar el patrimonio cultural en beneficio de las generaciones presentes y futuras.

En el Archivo General del Estado de Oaxaca, el Departamento de Conservación y Restauración del Archivo Histórico, es el encargado de planear y ejecutar todas aquellas actividades tendientes a preservar la integridad física y funcional del patrimonio bibliográfico y documental en resguardo. Algunas de las actividades son el planeamiento estratégico, examen y diagnóstico de bienes y fondos, planes de conservación, propuestas de tratamiento y demás acciones de conservación preventiva, estabilización y restauración con su debido registro y documentación.

Todas las actividades que se llevan a cabo en el Departamento tienen el cometido principal de contribuir en la preservación de la memoria histórica de los oaxaqueños y oaxaqueñas.

 

Referencias bibliográficas

El conservador-Restaurador: Definición de una profesión. ICOM, Comité para la conservación, Copenhague, septiembre de 1984. Traducido por María del Carmen Gila Malo. 2005: https://imagencr.files.wordpress.com/2012/11/el-conservador-restaurador.pdf

Competencias necesarias para acceder a la profesión de conservador-restaurador. European Confederation of Conservator-Restorers. ECCO 2013: http://www.ecco-eu.org/fileadmin/assets/documents/publications/ECCO_Competencias_ES.pdf

González-Vara, Ignacio (2008). Conservación de bienes culturales. Teoría, principios y normas. Ediciones Cátedra.
Montiel Alvarez, Teresa (2014). John Ruskin vs Viollet le Duc. Conservación vs Restauración. ArtyHum. Revista digital de Artes y Humanidades, 3 151-160 : https://www.aacademica.org/teresa.montiel.alvarez/4.pdf

Muñoz Viñas, Salvador. Teoría contemporánea de la restauración. Editorial Síntesis
Norma mexicana de preservación del patrimonio documental 2018: https://bnm.iib.unam.mx/files/quienes-somos/preservacion-documental/norma-mexicana-preservacion-documental.pdf