EL INSECTO QUE ACECHA NUESTROS ARCHIVOS: PECECILLO DE PLATA.

Por Lucero Matadamas Gómez.

En el Archivo General del Estado de Oaxaca se concentran libros, colecciones fotográficas, material documental, mapas y planos. Estos, en conjunto, representan una inagotable fuente de alimento para varias familias de insectos, pues la celulosa, que se encuentra en la composición química del papel, así como el almidón de los pegamentos con que se encuadernan los libros, constituyen el sustento ideal para la invasión de estos animales.

Rastro de Pececillo de Plata.

Por esta razón, la conservación del patrimonio documental requiere de diversos enfoques con distintas disciplinas. Una de ellas es la biología, indispensable en las acciones de detección, identificación, aislamiento y control de los organismos causantes del biodeterioro estructural de colecciones documentales. Su aplicación en la conservación, pretende la protección de los documentos dando alternativas para la desinsectación con cuidado del medio ambiente, así como del personal que manipula dichos agentes y documentos.

Uno de los insectos más comunes que puede afectar los acervos documentales es el pececillo de plata (lepisma saccharina). Se trata de una especie pequeña de aproximadamente un centímetro de longitud, con cuerpo de color metálico debido a las escamas que posee en tonos plateados, dos largas antenas y pequeños ojos. Estos animalitos suelen ser activos durante la noche y evitan la luz, motivo por el cual muchas veces no son detectados. Poseen la capacidad de hallar sustento de las formas más diversas: están aquellos que se alimentan de plantas, materia en descomposición de origen animal o vegetal, hongos, estiércol, productos almacenados y numerosas especies de insectos menores. Por otro lado, los pececillos de plata obtienen su alimento de objetos, lo cual incluye a colecciones de piezas con valor cultural. Lo anterior deriva en un profundo daño en los bienes culturales, pues les gusta el papel, los libros, los sobres, el lino, la seda artificial, y otros productos de celulosa.

En busca de celulosa en el papel.

Es por esta razón que los acervos que tienen bajo su resguardo material documental deben contar con un adecuado programa de monitoreo ambiental pues se debe tener presente que la humedad y las altas temperaturas son el escenario ideal para la proliferación del pececillo de plata y otras plagas dañinas. La ubicación de trampas especiales para atraparlos, así como realizar periódicamente desinsectaciones en los espacios donde se resguarda el patrimonio documental son alternativas para el control en la proliferación de este tipo de animales.

Desinsectación.

Limpieza y aspirado.

Otra medida preventiva importante es realizar limpieza y aspirado especializado de los espacios como techos, puertas, mesas, estantería, pisos, lámparas, así como las mismas cajas donde se almacenan los documentos. Es una realidad que dichas tareas son vitales y atañen a toda aquella institución que tiene como fin la preservación de la memoria documental. En ese sentido, la conservación preventiva es la mejor manera de mantener un acervo lo más alejado posible de plagas de cualquier tipo de insectos o en su defecto, lograr una detección temprana con el objetivo de evitar y prevenir daños futuros.