Las tintas ferrogálicas y el reto de restaurarlas

ARCHIVO GENERAL DEL ESTADO DE OAXACA

LAS TINTAS FERROGÁLICAS Y EL RETO DE RESTAURARLAS

Por: Eduardo Ruffiar Nicolás

Las tintas ferrogálicas fueron las más utilizadas alrededor del mundo. Desde el siglo XII, reemplazaron a las tintas basadas en carbón, gracias a su sólida permanencia y a lo simple que resultaba su elaboración. Llegaron a México con la conquista en el siglo XVI y dejaron de usarse cuando aparecieron las tintas sintéticas a finales del siglo XIX.

Se trata de una suspensión acuosa producida a partir de tres ingredientes básicos: ácido gálico (taninos), vitriolo (sulfato ferroso) y goma arábiga, mezclados en un líquido como el agua, el vino, o la cerveza. Estos componentes crean un complejo metaloácido insoluble y de color oscuro.

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Para entender las causas de los deterioros de estas sustancias es necesario conocer sus principales componentes. La principal fuente de taninos eran las agallas, que consisten en excrecencias de forma esférica que generan algunas especies de árbol, como defensa ante la picadura de insectos que depositan sus huevos en estos árboles.

El Vitriolo era el nombre con el que se conocía a las sales con aspecto vidrioso, como es el caso del sulfato ferroso, una sal de hierro soluble en agua, de color ligeramente verde. La goma arábiga es un polisacárido, una goma natural que se extrae de la resina de ciertas variedades de la acacia. En algunas recetas se sustituyó este ingrediente con miel o clara de huevo.

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Para la fabricación de estas suspensiones, las agallas se machacaban y se mezclaban con agua o vino, después se agregaba el sulfato de hierro y al final se añadía la goma arábiga a modo de aglutinante. Además de estos componentes principales, se han encontrado recetas que mencionaban otros aditivos que cumplían con una función en específica: tal es el caso de los fungicidas, que evitaban el ataque de organismos vivos; anticongelantes usados en lugares con bajas temperaturas, ácidos para acelerar la hidrólisis, pigmentos y colorantes para intensificar el color de las tintas.

El deterioro más común al que nos enfrentamos hablando de las tintas ferrogálicas, es el llamado proceso corrosivo, que puede ser causado por factores intrínsecos como la variación en la cantidad de ingredientes que se usaron en su elaboración, la composición del papel y factores extrínsecos: la manipulación y uso de los archivos, las condiciones en las que se tiene almacenado (temperatura, humedad relativa, iluminación), y ciertos insectos y microorganismos que se alimentan de alguno de los componentes. En especial son dos los fenómenos cooperativos que contribuyen a que se presente la corrosión: la hidrólisis ácida causada por la intensa acidez en las tintas y la oxidación, catalizada por los iones de hierro. La hidrólisis es una reacción química producida por las moléculas de agua y el exceso de ácido en las tintas desbalanceadas, por lo tanto el documento es afectado desde que es creado y si no se encuentra en un ambiente adecuado en su almacenaje, no tardará mucho en comenzar a denotar los efectos de la corrosión, la carbonización y hasta la perforación del soporte, que en el caso del acervo del AGEO, se trata de papeles con pulpa de trapo y pulpa de madera.

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Detener los efectos corrosivos es urgente y para ello nos han capacitado en el área de restauración de obra gráfica y documental del Archivo Histórico, para poder realizar un tratamiento, que consiste en mantener estables los iones de hierro y así evitar la pérdida del documento. Para iniciar este proceso, se realizan pruebas no destructivas para conocer si hay un exceso de hierro libre; si la prueba es positiva se procede a ejecutar el procedimiento, que consiste en preparar una solución balanceada con un pH de entre 5.5-5.8, preparada con diferentes sustancias que inhabilitan los iones de hierro y evitan que continúen los efectos del proceso corrosivo.

En esta preparación se introducen los documentos deteriorados después de haber pasado por un lavado acuoso. Posteriormente, se hacen una serie de enjuagues y se realizan otros tratamientos adicionales como la desinfección y el laminado, en caso de ser necesarios.

Aunque existen otros métodos de preservación como la digitalización, sigue siendo muy importante conservar los documentos físicamente, ya que nos pueden dar información sobre los materiales y manufactura del papel y otros datos relevantes que se pierden en los procesos de reprografía. Es por esto, que se recurre a la conservación de los soportes originales y a procesos de estabilización de tintas para mantener estable un documento y mantenerlo consultable para el usuario.

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Las acciones de restauración se ven apoyadas por las correctas medidas de conservación tales como mantener a los documentos en lugares con las condiciones apropiadas para su resguardo, que no promuevan la corrosión de las tintas. En el Archivo Histórico del AGEO nos esforzamos por mantener a los documentos resguardados en las condiciones ideales de conservación y contribuir así con la preservación de la memoria histórica del estado de Oaxaca.