Lenguas mesoamericanas en juicios del siglo XVIII

ARCHIVO GENERAL DEL ESTADO DE OAXACA

LENGUAS MESOAMERICANAS EN JUICIOS DEL SIGLO XVIII

Por Tania Bautista Monroy

La UNESCO declaró el 2019 como Año Internacional de las Lenguas Indígenas. Así mismo, el 21 de febrero se celebró el Día Internacional de la Lengua Materna. De acuerdo al Catálogo de las Lenguas Indígenas del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas, en Oaxaca se hablan once lenguas otomangues: amuzgo, cuicateco, chatino, chinanteco, chocholteco, ixcateco, mazateco, mixteco, popoloca, triqui y zapoteco; además de las lenguas mixe, zoque, huave, náhuatl, y la chontal de Oaxaca. Esto lo constituye como el estado con mayor número de lenguas otomangues y uno de los más diversos lingüísticamente, pues por cada lengua se despliegan numerosas variantes dialectales.

Esta diversidad contrasta con las condiciones de sus hablantes, quienes frecuentemente experimentan discriminación, rechazo y falta de acceso a los servicios de los tres niveles de gobierno en el país. Las políticas lingüísticas nacionales y los altos índices de emigración son algunos de los factores que han contribuido a la rápida disminución de hablantes de lenguas mesoamericanas. Sin embargo, en las últimas décadas se han planteado propuestas y ejecutado proyectos para recuperar el uso de ellas y asegurar el ejercicio de los derechos de sus hablantes como ciudadanos mexicanos.

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En el Archivo Histórico del Estado de Oaxaca, existen documentos en los que las lenguas de origen mesoamericano cumplen un papel determinante para el inicio, desarrollo y conclusión de procesos judiciales. La mayor parte de estos juicios son de propiedad y posesión y datan del siglo XVIII. En esa época fueron frecuentes las querellas entre particulares, autoridades municipales y órdenes religiosas, por la posesión de tierras.

Los testamentos y contratos de venta en lenguas mesoamericanas fueron los instrumentos más exhibidos ante las autoridades para probar la posesión de un terreno. Para ser presentados, estos documentos eran traducidos al español por el intérprete del juzgado correspondiente. Por ejemplo, en 1704 Baltazar Asencio, Procurador General de la Orden de Santo Domingo, disputó unas tierras contra Pedro Ramírez, Pascual de la Cruz y Pascual Simón, naturales de Teozapotlán. Éstos presentaron dos testamentos en zapoteco para probar que dichas tierras les habían sido heredadas por sus antepasados.

Otro caso fue el juicio promovido en 1767 por las autoridades de San Juan Tabaá contra un natural de ese pueblo, Vicente Jerónimo, por la posesión de dos pedazos de tierra. En este proceso se presentó una escritura de venta en zapoteco realizada 57 años antes, en 1710.

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Por último, en 1775 fue presentada una escritura de donación de tierras en mixteco, en el juicio por la posesión de tres pedazos de tierra, promovido por los principales de San Juan Sosola contra los naturales de San Jerónimo Sosola.

Como se puede apreciar, las escrituras redactadas en lenguas mesoamericanas, ante autoridades locales de los que ahora son municipios, son evidencia de los valores legales y administrativos que tuvieron en este territorio, así como de las estrategias de los autores de dichas escrituras para plasmar su lengua a través de un sistema de escritura que anteriormente les era ajeno: el alfabeto.

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Los invitamos a consultar los acervos del Archivo Histórico de Oaxaca, en los que se pueden conocer las transformaciones que dieron forma a nuestro presente y nos ayudan a reflexionar la creación de un mejor futuro.

Sin archivos ordenados no hay cultura, ni historia, ni transparencia. Los invitamos a consultar estas joyas documentales en el Archivo histórico del AGEO.