El conservador-restaurador del material documental
ARCHIVO GENERAL DEL ESTADO DE OAXACA
El conservador-restaurador del material documental
Por: Dara A. Valencia Hernández
El ritmo de crecimiento de archivos y bibliotecas en nuestro país ha superado por mucho, la capacidad de almacenaje de los edificios contenedores de los acervos. La necesidad de resguardar la valiosa información que en los documentos se plasma, ha derivado en una interminable lista de soluciones tan variada como creativa.
La segunda mitad del siglo XX, vio nacer el problema de la conservación de los acervos que al estar almacenados y expuestos al medio, sufrieron los embates del tiempo. Surgen las primeras acciones de “reparación”, desarrolladas sin rigor científico ni calidad conservativa. La colocación de cintas adhesivas, encapsulamiento de documentos entre micas autoadheribles, el pegado de los documentos sobre papel bond con lápiz adhesivo o cola blanca, etc. son algunas de las violentas reparaciones acaecidas sobre documentos históricos.
[lightbox type=»image» src=»https://www.oaxaca.gob.mx/ageo/wp-content/uploads/sites/62/2019/12/180129-1.jpg» class=»text_align: center»]

[/lightbox]
La profesionalización de la conservación y restauración especializada en documentos llegó como un salvador no llamado y para algunos, no deseado. Las acciones de restauración profesional, pueden rescatar a los documentos del deterioro y en ocasiones, recuperar información perdida por mala manipulación, almacenaje, negligencia o simple desconocimiento.
Pero no debemos caer en el error de creer que estamos ganando la batalla contra el deterioro, pues la restauración no es sino un paliativo.
Los archivos y bibliotecas crecen día a día, acumulándose en bodegas con malas condiciones de almacenamiento, falta de lineamientos de manejo y carente control medio ambiental, los cuales son productores en masa de deterioros, mismos que se presentarán a gran velocidad y en grandes cantidades de documentos. A esto, debemos agregar que los documentos son bienes consultables por lo que están en constante uso; si los lineamientos de consulta no contemplan las adecuadas medidas de protección, manejo y cuidado de la documentación, deberemos sumar al usuario como agente de deterioro.
El problema, sin embargo, no sólo radica en que el deterioro va ganando terreno a velocidades y volúmenes inverosímiles, sino en que las acciones de restauración se enfocan en “arreglar lo dañado” y son labores minuciosas, detalladas e individualizadas por documento. Por otro lado, la prevención del deterioro es materia desconocida y desestimada como gasto innecesario, por lo que veremos pérdidas de material documental que llegará a nosotros para ser restaurado, tal vez demasiado tarde.
[lightbox type=»image» src=»https://www.oaxaca.gob.mx/ageo/wp-content/uploads/sites/62/2019/12/180129-2.jpg» class=»text_align: center»]

[/lightbox]
El “paradigma intervencionista” como lo ha denominado Arsenio Sánchez, impera en los archivos, centrándose exclusivamente en la estabilización de materiales deteriorados que necesitan tratamientos urgentes de rescate, considerando las políticas preventivas para casos aislados. La labor es extensa y la hipótesis es que en algún momento, en un futuro muy muy lejano, llegaremos a tener un archivo completamente restaurado.
Por otro lado, el “paradigma conservacionista” da mucho más peso a las políticas de conservación preventiva, que involucra a todos aquellos que de alguna manera estan relacionados con los documentos y no sólo al restaurador. Con esto, se generan lineamientos, protocolos y metodologías destinadas a controlar y monitorear todos los factores que podrían alterar a los materiales y generar planes de actuación en caso de emergencias que reduzcan el tiempo de respuesta entre el siniestro y las acciones de rescate.
[lightbox type=»image» src=»https://www.oaxaca.gob.mx/ageo/wp-content/uploads/sites/62/2019/12/180129-3.jpg» class=»text_align: center»]

[/lightbox]
El trabajo en el Departamento de Conservación y Restauración del Archivo Histórico del AGEO, abraza este último paradigma como bandera, de manera que mientras se restaura lo que llega a nosotros dañado, evitamos que el deterioro avance en los documentos que se resguardan en el Archivo Histórico. Actualmente se capacita al personal operativo del Departamento para que realicen el salto de ser técnicos en restauración, a ser conservadores-restauradores y podamos entonces, ser verdaderos contendientes en esta guerra contra el deterioro con posibilidades reales de vencer.
Si bien es cierto que los resultados de conservar un Archivo son menos dramáticos que los de restaurarlo, el verdadero logro se verá a largo plazo, cuando el resultado a reportar no sea la cantidad de documentos restaurados, sino la cantidad de documentos que han dejado de darse de baja por deterioros que vuelven imposible su rescate. La labor de conservación preventiva es aún una disciplina joven y el verdadero reto es el de conocerla, difundirla y adoptarla.
Microfilmación
ARCHIVO GENERAL DEL ESTADO DE OAXACA
MICROFILMACIÓN
Por Anel Jarquín Méndez
La microfilmación hace parte de la reprografía (conjunto de técnicas para reproducir por copia o por duplicación un documento original sobre un soporte ordinario o especial). Es una técnica de Reproducción por copia que usa un soporte especial, es decir, debe ser tratado con alguna sustancia (revelado químico del film). La microfilmación permite fotografiar la imagen de un documento a una reducción considerable.
Este método para archivar documentos se basa fundamentalmente en el cambio de soporte del acervo en papel, por microfilm, el cual es hecho de un material sintético muy resistente y durable. Normalmente la cinta tiene 30.5 metros y allí se “fotografían” los documentos reducidos sin perder calidad o información. Este proceso se lleva acabo con máquinas especiales manejadas por personal competente y pasa continuamente por un control de calidad para que se mantenga dentro de los parámetros establecidos.
[lightbox type=»image» src=»https://www.oaxaca.gob.mx/ageo/wp-content/uploads/sites/62/2019/12/180122-1.jpg» class=»text_align: center»]

[/lightbox]
Historia de la Microfilmación
Una de las formas de expansión de la fotografía fue la microfotografía. En 1839, en Inglaterra, John B. Dancer, agregó una lente de microscopio a una cámara fotográfica y consiguió la primera reproducción miniaturizada con una reducción de 160 veces el original.
Durante la guerra Franco – Prusiana, en 1871 René Patrice Prudent Dagrón desarrolló esta técnica de reducción fotográfica junto con el fotógrafo francés Gaspar Félix Tournachón, quienes idearon todo un sistema de comunicación. Atravesaron las líneas enemigas en un globo aerostático para hacer contacto con las tropas francesas, con el fin de microfilmar las instrucciones y mensajes para enviarlos a los altos mandos militares sitiados usando palomas mensajeras que habían llevado consigo. La película de 50 mm de ancho se ponía en un cilindro que ataban a las patas de las palomas que eran enviadas al frente, para leer el mensaje las imágenes se proyectaban sobre una pantalla. De otra parte, existen datos que una compañía de seguros contrató a Dagrón para que microfilmara sus documentos.
Años después se desarrollaron las microfilmadoras de alta velocidad. En 1925 George MacCarthy y Manuel Goldberg casi simultáneamente inventaron las cámaras rotativas, con éstas el proceso de fotografía era mucho más veloz que con las cámaras planetarias usadas entonces. A su vez Raymond Hessert contribuyó con ciertos códigos de identificación para localizar rápidamente la información microfilmada.
ARCHIVOS ADMINISTRATIVOS
George McCarthy en 1928 convenció a la Eastman Kodak Company con sus ideas sobre microfilmación, dando origen a la Recordak Company, que persuadió a la banca norteamericana de combatir la falsificación de las firmas de los cuentahabientes con este sistema eficaz y práctico. Así en un principio, su aplicación fue enfocada a microfilmar archivos en Bancos y Compañías de Seguros.
Recordak introdujo en 1931 un sistema de microfilmación para acelerar el proceso de facturación en almacenes departamentales y en 1933, la primera microfilmadora automática para documentos de cualquier largo.
En 1934, las bibliotecas se unieron a la técnica de la microfilmación y luego los periódicos que usaban la micropelícula de 35mm. En 1950 junto con la empresa General Dynamics, Kodak inició la Microfilmación para salidas del Computador (COM).
[lightbox type=»image» src=»https://www.oaxaca.gob.mx/ageo/wp-content/uploads/sites/62/2019/12/180122-2.jpg» class=»text_align: center»]

[/lightbox]
ARCHIVOS HISTÓRICOS
Años después se vio la importancia de la Microfilmación para los acervos históricos. En 1956 la UNESCO estableció una Unidad Móvil de Microfilm para los documentos importantes de archivos y bibliotecas en países de escasos recursos. En América Latina se microfilmaron de 1956 a 1961 y luego el programa fue llevado a África y a Asia.
MICROFILM
Según la base, los tipos de película para microfilmar pueden ser de: nitrato de celulosa, acetato de celulosa y poliéster. De acuerdo con su emulsión son de: sales de plata, sales de diazo, vesicular y películas en color.
En cuanto al rollo, es una película de 16 mm. de ancho por 30.48 m. (100 pies) o de 35 mm. por 33.53 m. (110 pies). El rollo de 16 mm es el más común y económico, permite microfilmar 2500 documentos tamaño carta en una reducción de 24X. La película está insertada en un cartucho que la protege y permite una rápida localización de datos por medio de un lector motorizado. Lo más importante del proceso, es la forma de localizar el documento microfilmado dentro del rollo o microficha, que debe ser sencilla y eficiente teniendo en cuenta siempre el tipo de documentos a microfilmar, el microformato empleado y las necesidades del usuario.
[lightbox type=»image» src=»https://www.oaxaca.gob.mx/ageo/wp-content/uploads/sites/62/2019/12/180122-3.jpg» class=»text_align: center»]

[/lightbox]
MÉTODOS DE MICROFILMACIÓN
El método de microfilmación u orientación de la imagen es la disposición de los documento en la película y puede ser simplex, duo o duplex.
MICROFILMACIÓN VS DIGITALIZACIÓN
La microfilmación fue desplazada por la digitalización (escaneo y fotografía digital), sin embargo la duración del soporte es mucho mayor a la de los soportes digitales u ópticos; de otra parte la microfilmación está respaldada con una base legal, esto hace que sea una opción vigente en la digitalización de archivos para asegurar la preservación del acervo documental.
Esta técnica se usa en el Archivo General del Estado de Oaxaca donde existen casi cuatro mil rollos del fondo histórico del Registro Civil que data de 1861 a 1914, los cuales fueron microfilmados en los años 70/80 en un convenio de colaboración con Family Search también conocida como Sociedad Genealógica de Utah. El plan es continuar microfilmando este fondo, debido a que la microfilmación ha mostrado sus bondades a través de los años frente a la digitalización.
Sin archivos ordenados no hay transparencia, ni historia, ni cultura.
Licencias para implorar la caridad pública
ARCHIVO GENERAL DEL ESTADO DE OAXACA
LICENCIAS PARA IMPLORAR LA CARIDAD PÚBLICA
Por Nancy Pérez Bielma
Un archivo correctamente organizado constituye la memoria y testimonio de la evolución de cada una de las entidades productoras y como sociedad, necesitamos de la memoria y del recuerdo para conocer nuestra historia.
[lightbox type=»image» src=»https://www.oaxaca.gob.mx/ageo/wp-content/uploads/sites/62/2019/12/180115-1.jpg» class=»text_align: center»]

[/lightbox]
Es por eso que para mí es un orgullo poder colaborar con la organización de los documentos que alberga el Archivo Histórico del AGEO, donde se localizó un documento que se clasificó en el Fondo: Gobierno, Sección: Asistencia social, Serie: Informes, conteniendo fotografías que me llamaron mucho la atención, porque en ellas se documenta la desigualdad económica que existía en nuestro Estado, que conllevó a una gran cantidad de personas en situación de pobreza, a solicitar la licencia para implorar la caridad pública. Para ello, los interesados tenían que cumplir y comprobar los siguientes requisitos: ser originarios del Estado de Oaxaca, acreditar que se encontraba imposibilitado para el trabajo mediante el informe médico de la comisaría de policía, registrar el nombre de la persona, edad, estado civil, domicilio, declararse pobre por solemnidad y por último portar su licencia con retrato. Si no portaba su licencia, ameritaba una sanción económica y el retiro de la misma. Algunas personas presentaban alguna discapacidad: ceguera o amputación de alguna extremidad, como se puede observar en la licencia que le otorgaron a la señora Dionisia Martínez. La finalidad de expedir estas licencias, era proporcionarles caridad a través de la limosna, pues al ser personas desafortunadas que estaban incapacitadas para el trabajo, de esta manera podrían obtener algunas monedas para su subsistencia.
[lightbox type=»image» src=»https://www.oaxaca.gob.mx/ageo/wp-content/uploads/sites/62/2019/12/180115-2.jpg» class=»text_align: center»]

[/lightbox]
Otro tipo de licencias son las de prostitución, como el caso de Emilia Reyes a quien en 1895, se le autoriza ejercerla aisladamente. Ella vivía en la accesoria de la 1ª calle de Mier y Terán, en su filiación podemos conocer que fue nacida en el Marquesado, de estatura regular, 24 años de edad, soltera, de color trigueña, pelo negro, ojos negros, nariz regular, boca regular, manchada de la cara, quien en algún momento dejó de ejercer este oficio, pero seis años más tarde lamentablemente volvió al ramo de la prostitución.
Encontramos licencias para el ejercicio de un trabajo a menores de edad, tal es el caso de José Coronado, quien vivía en la casa No. 25 de la calle del 20 de noviembre, permitiéndosele ejercer el oficio de limpia botas. Nacido en Ejutla, de 11 años de edad, soltero, ojos negros (visco), nariz regular, boca regular, pelo negro, estatura pequeña, color moreno, con una cicatriz cerca del ángulo izquierdo de la boca. Esta licencia se expidió el 9 de mayo de 1917, en la ciudad de Oaxaca de Juárez.
[lightbox type=»image» src=»https://www.oaxaca.gob.mx/ageo/wp-content/uploads/sites/62/2019/12/180115-3.jpg» class=»text_align: center»]

[/lightbox]
Los grupos desprotegidos son todos aquellos que cuentan con pocos medios para defender sus propios derechos ya que no los hacen valer o por que la sociedad decide marginarlos, discriminarlos, maltratarlos. Esto ha sido una constante en la historia de nuestro país, como sociedad ¿hasta dónde estamos dispuestos a poner nuestro granito de arena para poder ayudar a un desconocido y quedarnos con la satisfacción de dar algo, sin pedir nada a cambio?, por que hasta el día de hoy el problema de la caridad en nuestro estado sigue presente, aunque no con los permisos que anteriormente se expedían.
La historia nos muestra los avances y retrocesos que como sociedad vamos teniendo en el trascurso del tiempo y muchas de las veces, no importa qué tanto avancemos en la tecnología o cuántos conocimientos adquiramos, nos sigue faltado el crecimiento humano para interesarnos en los que menos tienen. Es más fácil marginarlos que tenderles una mano, una sociedad civilizada es la que conjuntamente avanza sin pasar por encima de los pobres. Esperamos que estas breves líneas nos concienticen como sociedad y como seres humanos.
[lightbox type=»image» src=»https://www.oaxaca.gob.mx/ageo/wp-content/uploads/sites/62/2019/12/180115-4.jpg» class=»text_align: center»]

[/lightbox]
Recuerda que el Archivo General del Estado de Oaxaca, te abre las puertas para que conozcas más de tu historia y puedas enamorarte de ella, porque así como estas fotografías nos cuentan episodios del ayer, podemos encontrar mucha más información interesante de nuestro estado.
Sin archivos ordenados no hay cultura, ni historia, ni transparencia. Los invitamos a consultar este y otros Testimonios Documentales del Archivo General del Estado de Oaxaca.
Las joyas de Monte Albán y los documentos del Archivo Histórico: tesoros escondidos bajos los escombros.
ARCHIVO GENERAL DEL ESTADO DE OAXACA
LAS JOYAS DE MONTE ALBÁN Y LOS DOCUMENTOS DEL ARCHIVO HISTÓRICO: TESOROS ESCONDIDOS BAJOS LOS ESCOMBROS.
Por Jorge González Galdamez
Así como el arqueólogo Alfonso Caso descubrió la tumba 7 de Monte Albán el 9 de enero de 1932 bajo varios centímetros de tierra, estuco y escombros, un día de agosto de 2015, el entonces operativo de la Asociación Civil Apoyo al Desarrollo de Archivos y Bibliotecas de México, ADABI de México y participante en el Proyecto de Organización del Archivo Histórico del Poder Ejecutivo del Estado de Oaxaca; Víctor Manuel Elorza García, realizó uno de los hallazgos más relevantes durante la ejecución de dicho proyecto. Bajo polvo, basura e insectos, se encontró un documento de gran valor. Se trataba de un expediente que contienía un acta y el inventario de objetos hallados en la célebre tumba, que fueron trasladados del Museo Nacional de Arqueología, Historia y Etnografía, hoy Museo Nacional de Antropología e Historia, al Museo Regional del Estado de Oaxaca, actualmente Museo de la Culturas de Oaxaca. Dicha colección de objetos recibiría el nombre de: Las Joyas de Monte Albán.
[lightbox type=»image» src=»https://www.oaxaca.gob.mx/ageo/wp-content/uploads/sites/62/2019/12/26232220_1523055794416659_7910050636971871867_o.jpg» class=»text_align: center»]

[/lightbox]
Este expediente presenta tres procesos: Primero, el acto protocolario de entrega- recepción de los objetos pertenecientes a la Tumba 7 de Monte Albán, fechado el 25 de mayo de 1937. Se realizó en el entonces Palacio de los Poderes del Estado, estando presentes: Luis Castillo Ledón, Director del Museo Nacional y Antonio Mediz Bolio, Jefe del Departamento Arqueológico, el Secretario General del Gobierno del Estado Cayetano Masse, el Subsecretario del Despacho Lic. Fernando Magro Soto, el Tesorero General Manuel Sodi y el Director del Museo Regional del Estado Félix Martínez Dolz. Segundo, la entrega de Las Joyas de Monte Albán por parte de los señores Gabriel I. Carsolio y Enrique Tort, Gerente y Cajero de la sucursal del Banco Nacional de México en esta ciudad de Oaxaca, lugar donde fueron resguardados en cinco “bultos”; a los señores Secretario General Cayetano Masse, Fernando Magro Soto, Manuel Sodi. Lo más sobresaliente de este evento fue la presencia del Arqueólogo Alfonso Caso.
[lightbox type=»image» src=»https://www.oaxaca.gob.mx/ageo/wp-content/uploads/sites/62/2019/12/26677732_1523055811083324_6518781911705749402_o.jpg» class=»text_align: center»]

[/lightbox]
La tercera y última parte del expediente, fechada el 17 de marzo de 1938, da cuenta de la reunión que los funcionarios señalados celebraron en el salón número uno del Museo Regional de Oaxaca, ubicado en la casa número cuarenta de la Avenida Independencia, con los señores Alfonso Caso, Director de las Exploraciones en el Estado de Oaxaca, Félix Martínez Dolz, Director del Museo Regional y Martín Bazan, Inspector de Monumentos Arqueológicos en el Estado. El objetivo de esta reunión fue entregar las joyas recibidas por el Gobierno del Estado el 25 de mayo de 1937, a los especialistas para su colocación y exhibición en el salón número uno del referido museo, que fue acondicionado para ese objeto, cumpliendo así con un acuerdo presidencial.
Como parte de la entrega de las piezas encontradas en la Tumba 7, se formó un inventario que consiste en 25 fojas, en el que se describen cada uno de los objetos, los cuales fueron trasladados en sesenta cajas, agrupándolos en diferentes secciones, reconociéndose como criterio el material con que fueron elaborados.
[lightbox type=»image» src=»https://www.oaxaca.gob.mx/ageo/wp-content/uploads/sites/62/2019/12/26233775_1523055851083320_5540630260004164808_o.jpg» class=»text_align: center»]

[/lightbox]
Entre las secciones tenemos: objetos de oro, objetos de plata y cobre, objetos de cristal de roca, objetos de perlas, objetos de jade, objetos de turquesa, objetos de hueso, anexos; además de un inventario del material osteológico encontrado en la tumba: fémures, sacros, huesos iliacos, rotulas, tibias, perones, vértebras lumbares, vertebras dorsales, vértebras cervicales, costillas, metatarsianos, metacarpianos, calcáneos, astrágalos, cúbitos, esternones, clavículas, coxis, radios, húmeros, omóplatos, maxilares inferiores, cráneos y maxilares inferiores, lo cual pueda ayudar a determinar el número de sujetos que fueron depositados en la tumba, el sexo de los mismos, modificaciones que pudieron sufrir durante y después de la vida, enfermedades que les pudieron ocurrir y hasta las dietas que tenían.
[lightbox type=»image» src=»https://www.oaxaca.gob.mx/ageo/wp-content/uploads/sites/62/2019/12/26220901_1523056087749963_443420291699740528_o.jpg» class=»text_align: center»]

[/lightbox]
Lo interesante de este documento es que gracias a el, podemos seguir la pista de los lugares en los que estos objetos de gran valor han sido depositados, resguardados o exhibidos. Además, existe un inventario similar en el libro de Alfonso Caso, El tesoro de Monte Albán (1969), que abre la oportunidad de cotejar la información contenida en ambos, teniendo en cuenta que es muy probable que el contenido de la Tumba 7, se halle distribuido tanto en el Museo Nacional de Antropología e Historia como en el Museo de las Culturas de Oaxaca. Sería pertinente indagar la ubicación actual de los objetos mencionados en ellos, así como las posibles pérdidas o faltantes que pudieron sufrir.
[lightbox type=»image» src=»https://www.oaxaca.gob.mx/ageo/wp-content/uploads/sites/62/2019/12/26240636_1523056094416629_7151205263142552733_o.jpg» class=»text_align: center»]

[/lightbox]
Este es un ejemplo más de la importancia que tienen los archivos en la preservación del patrimonio material y cultural. Sin archivos ordenados no hay cultura, ni historia, ni transparencia. Los invitamos a consultar este y otros Testimonios Documentales del Archivo General del Estado de Oaxaca
Pasos para el acceso al área de consulta del Archivo Histórico

LINEAMIENTOS PARA EL SERVICIO DE CONSULTA DEL ARCHIVO HISTÓRICO
[pdf title=»Lineamientos Consulta nuevo horario» height=»700px»]/ageo/wp-content/uploads/sites/62/2017/11/Lineamientos-Consulta-nuevo-horario.pdf[/pdf]
FICHAS Y FORMATOS PARA EL SERVICIO DE CONSULTA EN EL ARCHIVO HISTÓRICO
[pdf title=»» height=»700px»]/ageo/wp-content/uploads/sites/62/2018/01/controlprestamo.pdf[/pdf]
Las marcas de agua, el papel a trasluz
ARCHIVO GENERAL DEL ESTADO DE OAXACA
LAS MARCAS DE AGUA, EL PAPEL A TRASLUZ
Por María Fernanda Blázquez Blásquez
En alguna ocasión habremos leído a trasluz de una hoja de papel una inscripción o logotipo, tal vez sepamos que a este efecto se le denomina marca de agua y sobreentendemos que se trata de una marca comercial. Este asunto que nos es tan cotidiano cobra interés cuando descubrimos que es quizá una de las primeras formas del uso de la “marca” a nivel internacional.
Los inicios.
En el tiempo en que se hacía papel manualmente en Europa, alrededor del siglo XIII, cada dueño de un taller artesanal llamado molino papelero, acostumbraba marcar los pliegos hechos por él mediante la inicial de su nombre o con un motivo que le resultara significativo; a este distintivo se le conoció como filigrana o marca de agua por su forma de elaboración. La marca de agua más antigua que se ha encontrado data de 1282 y la siguiente de 1293 y provienen de Italia, por lo que se supone que en ese país inició tal práctica.
[lightbox type=»image» src=»https://www.oaxaca.gob.mx/ageo/wp-content/uploads/sites/62/2019/12/180102-1.jpg» class=»text_align: center»]

[/lightbox]
Posteriormente, fue por decreto real que cada molino de papel marcaría sus pliegos, para controlar la calidad del producto y el pago de impuestos a la Corona. Gracias a ello, podemos encontrar un sinfín de filigranas que nos proporcionan datos acerca del origen del papel y nos aproximan a la fecha en que se elaboró.
La relevancia de la filigrana es que no es un sello que se aplique después de fabricar el papel, sino que se crea en el mismo momento de la formación de la hoja, ello la hace permanente e inmodificable.
[lightbox type=»image» src=»https://www.oaxaca.gob.mx/ageo/wp-content/uploads/sites/62/2019/12/180102-2.jpg» class=»text_align: center»]

[/lightbox]
Para formar una hoja artesanalmente, se emplea un bastidor de madera con malla de alambre, sobre éste se “borda” con hilo metálico de cobre o latón para crear la filigrana. Al sumergir y sacar el bastidor de una tina con la pulpa de celulosa disuelta en agua, en el lugar en donde se hizo la filigrana queda menos pulpa que en el resto de la superficie. La hoja de papel húmeda se desprende cuidadosamente del bastidor y se prensa entre fieltros, una vez seca se aprecia el efecto, una línea siguiendo la forma del bordado que sólo se observa al ver la hoja a contraluz.
Las marcas de agua en el siglo XX
En el transcurso del siglo XIX y hacia el XX con el proceso de industrialización, las marcas de agua dejaron de hacerse mediante la filigrana tradicional, pues el bastidor fue sustituido por un rodillo y una banda sin fin a través de los cuales corre la pulpa de celulosa y es compactada. Sin embargo, la costumbre de marcar el papel no terminó. La marca de agua en los papeles industriales está dada por el estampado sobre la pulpa húmeda de un molde metálico que se fija al rodillo.
[lightbox type=»image» src=»https://www.oaxaca.gob.mx/ageo/wp-content/uploads/sites/62/2019/12/180102-3.jpg» class=»text_align: center»]

[/lightbox]
Las filigranas pueden tener gran valor estético, de acuerdo a la maestría del artesano que la elabora. A través de ellas conocemos valores, tradiciones y gustos de una sociedad, es común encontrar en ellas cruces, círculos, coronas, flores, estrellas, escudos, animales como el león, el toro y el gallo.
Cuando tenemos un documento sin fecha, la marca de agua en conjunto con otras características del papel, puede ayudarnos a situar el rango de años en los que se elaboró. Una función de la marca de agua es servir de garantía a la autenticidad de un documento oficial, como sucede actualmente con los billetes.
[lightbox type=»image» src=»https://www.oaxaca.gob.mx/ageo/wp-content/uploads/sites/62/2019/12/180102-4.jpg» class=»text_align: center»]

[/lightbox]
En el Archivo General del Estado de Oaxaca tenemos diversos ejemplos de documentos elaborados en los siglos XVI, XVII y XVIII cuyas marcas de agua al ser identificadas en catálogos hechos por investigadores en México y alrededor del mundo, nos confirman la antigüedad y autenticidad de nuestros documentos.
A partir del siglo XIX los despachos o secretarías de gobierno en Oaxaca, como en el resto del país, se valieron del uso del papel marcado con el escudo nacional, lo cual fue una forma de dar valor legal a los documentos expedidos y evitar falsificaciones, al revisar las marcas de agua de dichos documentos podemos observar las transformaciones del escudo nacional a través de los siglos.
El estudio de las marcas de agua es de gran importancia para conocer los documentos históricos, pues nos permite enriquecer y ampliar nuestra comprensión de ellos aprendiendo a ver más allá de lo que está escrito sobre el papel.